jueves, 21 de enero de 2016

Sobre el compromiso del Fiscal Horrach con la Infanta Dña. Cristina de Borbón

En el caso “Nóos”, asunto penal de corrupción donde la Infanta Cristina de Borbón aparece como acusada por presuntos delitos contra la Hacienda Pública, considero que el fiscal ha hecho y sigue haciendo una actuación de lo más singular o inaudita en la praxis forense, por utilizar eufemismos. En lugar de estar callado sobre la acusación que se ejerce contra la Infanta por otros personados, pues la Fiscalía no la  ejerce contra ella, el señor fiscal Horrach, se ejercita con celo y pasión en defensa de la infanta; el objetivo es excluirla del procedimiento, que no sea juzgada, y los argumentos son que sólo la acusa la acusación popular (Manos Limpias), y según su tesis, y postulando la llamada “doctrina Botín”, la infanta no puede seguir siendo acusada, pues tanto el Ministerio Público y la Abogacía del Estado no ejercen acusación alguna contra ella. Bien, esto no es lo normal, no es al uso por parte del Ministerio Fiscal, diríamos mejor, que no es costumbre del lugar ejercer esa defensa aguerrida, con tanto empeño, y diferida, no siendo el letrado defensor de la infanta.

Claro, es bien cierto, y se dice de manual, que los fiscales son garantes de la legalidad, que quiere decir que son veladores de los derechos y garantías que tiene todo acusado en un procedimiento penal, pero es una circunstancia poco vista solaparse en el cometido del letrado defensor, y con tanto ahínco aún menos. Dejando suspicacias a parte, la praxis forense me ha demostrado, que los fiscales, ni tan siquiera recuerdan a menudo un principio tan básico que les rige en sus actuaciones en los procedimientos penales, como es el principio de imparcialidad, que les obliga a apreciar en un procedimiento penal, tanto las circunstancias adversas como favorables a todo encausado; me refiero a que no recuerdan la parte de las circunstancias favorables al presunto reo, claro, no se esfuerzan en ello.

Ahora con el caso Nóos, lamento ver ese favoritismo, esa excepcionalidad de trato y derroche de esfuerzo que se está dispensando con la Infanta Dña. Cristina de Borbón. Vaya, parece que todos no somos iguales ante la Administración de Justicia, ante la ley…puede.

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